Sobre el argumento del érgon o sobre por qué la naturaleza no es un factor determinante del éthos

El presente trabajo tiene como objeto reevaluar el rol que desempeña el argumento del érgon en la EN, el cual ha sido largamente utilizado como elemento favorable a una lectura determinista de la virtud en Aristóteles. En esta lectura decir que toda naturaleza tiene una función que le es propia equi...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: Avena, María Emilia
Formato: Capítulo de libro
Lenguaje:Español
Materias:
Acceso en línea:https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.4068/ev.4068.pdf
http://coloquiointernacionalceh.fahce.unlp.edu.ar/6ciceh/6ciceh/sexto-coloquio-internacional
Aporte de:Registro referencial: Solicitar el recurso aquí
Descripción
Sumario:El presente trabajo tiene como objeto reevaluar el rol que desempeña el argumento del érgon en la EN, el cual ha sido largamente utilizado como elemento favorable a una lectura determinista de la virtud en Aristóteles. En esta lectura decir que toda naturaleza tiene una función que le es propia equivale a decir que por naturaleza aquello está llamado a cumplir necesariamente con esa función. La naturaleza entonces es entendida a la vez como condición necesaria y suficiente para llevar a cabo una función específica. En lo que sigue procuraremos mostrar que esta lectura es errónea, ya que la disposición natural, si bien es condición necesaria no es a la vez condición suficiente para llevar a cabo una función. Para ello partiremos de una elucidación de dos sentidos de naturaleza en Física II y reconstruiremos el argumento del érgon a la luz de estos nuevos elementos
This paper aims to reassess the role played by the érgon argument in NE, which has long been considered as a favorable element for a deterministic reading of virtue in Aristotle. In this reading saying that all nature has a function proper to it is to say that by nature that is necessarily called to fulfill that role. Nature then is understood both as necessary and sufficient cause to perform a specific function. In what follows we will attempt to show that this reading is wrong, since the natural arrangement, although is a necessary condition, is not sufficient to carry out a function. For that we will depart from an elucidation of two different meanings of nature in Physics II and rebuild the érgon argument in light of these new elements