Drácula y la teología

Existe un mito moderno, el del vampiro. Los románticos habían pensado en la necesidad de crear nuevos mitos, y la literatura tenía que ser la encargada de eso. Bram Stoker fue el encargado de configurar al vampiro más icónico y mítico que daría la literatura. A pesar de que su historia tiene un orig...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Ventura, María Virginia
Formato: article artículo publishedVersion
Lenguaje:Español
Publicado: Universidad Nacional de Rosario. Facultad de Humanidades y Artes. Escuela de Letras 2021
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/2133/21474
http://hdl.handle.net/2133/21474
Aporte de:
Descripción
Sumario:Existe un mito moderno, el del vampiro. Los románticos habían pensado en la necesidad de crear nuevos mitos, y la literatura tenía que ser la encargada de eso. Bram Stoker fue el encargado de configurar al vampiro más icónico y mítico que daría la literatura. A pesar de que su historia tiene un origen de mito moderno nacido en Rumania, y que Polidori, Le Fanu y muchos otros escribieron sobre este mito, este símbolo de lo erótico y lo tanático alcanza su forma final con Drácula. En la novela, el autor hace que este ser horroroso se convierta en un aristócrata y su simbología crezca. En esa simbología, se manifiesta el problema de la fe moderna, la angustia de la existencia que padece el hombre moderno.