Sumario: | En el intento por acercar la cuestión identitaria al diseño puede tomarse el aporte de Kevin Lynch en The Image of the City (1960), quien problematizó, desde el campo de la arquitectura y el urbanismo, acerca del valor simbólico de los entornos diseñados. Esta impronta que, en definitiva, será la que permita generar una percepción común entre las personas que se vinculen con ese contexto. Así, el diseño en comunicación visual —como también otras áreas proyectuales— influye en la forma en que el o los grupos destinatarios —los usuarios—perciben a las organizaciones. Esta percepción o imagen mental de la identidad se refiere a lo que la institución es, y es definida por Sebastián Guerrini (2017) como aquello que «nace de los procesos de diferenciación entre uno y el resto, de esta manera se entiende la identidad como un proceso de identificación y de búsqueda dinámica por adquirir sentido» (p. 26).
Asimismo, Norberto Chaves (2005) define a la identidad institucional como «el conjunto de atributos asumidos como propios por la institución [que] [...] a través de su actividad regular y, básicamente, de su diálogo permanente con sus interlocutores, va generando formas de auto-representación» (p. 26).
|