Sumario: | En 1994 se descubrió que algunos cangrejos Uca uruguayensis de Punta Rasa,bahía Samborombón, estaban infestados por el isópodo bopírido Leidya distorta. Esteparásito había sido previamente encontrado en otras especies del género Uca y en elcangrejo Ucides cordatus, sobre la costa atlántica entre New Jersey (EE.UU.) y Rio de Janeiro (Brasil). Con el fin de estudiar la interacción entre L. distorta y su hospedador, serecolectaron mensualmente ejemplares de Uca uruguayensis en Punta Rasa, bahía Samborombón, desde febrero de 1995 hasta marzo de 1996. Se emplazaron 5estaciones; en cada fecha de muestreo y en cada estación se trazaron dos transectas de 5m de largo por 0,2 m de ancho, orientadas en la dirección de la pendiente de la playa. Las transectas fueron excavadas hasta una profundidad de 30 cm. Los cangrejos fueronseparados a mano, fijados en formalina 5% y conservados en etanol 70%. De un total de 12.033 cangrejos recolectados a lo largo de los 14 meses demuestreo, 1.115 (9,3%) estaban infestados por algún estadio de L. distorta. El estudiode estos estadios permitió seguir el desarrollo del parásito en su hospedador definitivo. Cuando una larva criptonisquia invade una cámara branquial desocupada, se asienta enel espacio limitado por dos laminillas branquiales contiguas. Un tiempo después lacriptonisquia muda al estadio bopyridium, el que permanece entre las laminillasbranquiales. Este último es sucedido por varios estadios juveniles hembra, que se fijanal techo de la cámara branquial. Al alcanzar un cierto grado de desarrollo la hembrajuvenil atrae a otra criptonisquia, que a poco de asentarse sobre su cuerpo devienemacho. Los machos van cambiando de posición sobre las hembras a medida que éstascrecen. Las hembras adultas son asimétricas y ocupan la mayor parte de la cámarabranquial; se orientan con la cabeza hacia atrás, el vientre hacia arriba y el dorso contralas branquias del cangrejo. Estas hembras obtienen hemolinfa de un gran vasohorizontal que corre por debajo del epitelio interno del branquiostegito del cangrejo. El porcentaje de cangrejos infestados (prevalencia) por L. distorta varió entre 5,24% y 17,8% a lo largo de los l4 meses de muestreo. Todos los estadios del parásitofueron más abundantes en los cangrejos grandes. Siendo que los machos de U.uruguayensís alcanzan mayor talla que las hembras, la prevalencia fue mayor entre losprimeros. Los cangrejos macho infestados mayores que 10,5 mm, si bien representaronsolo 5,92% de los cangrejos recolectados, hospedaron 68,8% del total de parásitos. Laslarvas criptonisquias fueron mucho más frecuentes entre los cangrejos que estabanmudando (blandos) que entre los cangrejos en intermuda (duros). La distribuciónestadística de las criptonisquias en los cangrejos en intermuda fue “agrupada” o “contagiosa”, en conformidad con el modelo binomial negativo. Los cangrejos infestados sufren varias alteraciones morfológicas. Aquellos quealbergan un parásito hembra adulto a menudo presentan un área despigmentada sobre lapared lateral del caparazón. Un área despigmentada adicional se observa algunas vecesen el fondo del surco ocular. Las hembras adultas del parásito producen un ligeroabultamiento de la cámara branquial del hospedador, siendo esta deformación másmarcada en los cangrejos pequeños. Las branquias de los cangrejos parasitados puedenestar deformadas: la hembra adulta de L. distorta tiene una robusta carena dorsal queencaja entre las branquias 4ta. y 5ta. del cangrejo, desplazándolas lateralmente. Porúltimo, L. distorta inhibe el crecimiento alométrico del quelípedo mayor de loscangrejos macho: en los machos parasitados por hembras adultas el quelípedo mayorfue en promedio 6,5% más corto que en los no parasitados. La densidad de U. uruguayensis varió entre 133 y 207 ind./m² a lo largo del año. Los machos representaron 61,6% del total de individuos recolectados. Entre loscangrejos pequeños la razón de sexos fue 1:1, entre los medianos predominaron lashembras y entre los grandes prevalecieron los machos. La población presenta uncomponente de individuos adultos de tamaño grande que permanece estable a lo largode todo el año. Los cangrejos se reproducen desde noviembre hasta febrero, dando lugarcada año a una nueva cohorte. Las hembras de L. distorta se reprodujeron activamente durante la primaveratardía y el verano. En otoño la actividad reproductiva fue decreciendo, de tal suerte quepara el invierno todas las hembras adultas tenían sus marsupios vacíos. El crecimientode los parásitos inmaduros se detuvo en invierno y recomenzó en primavera. Enoctubre-noviembre ya no quedaban criptonisquias en los cangrejos; aquellas larvas quesobrevivieron al invierno mudaron al estadio bopyridium al comienzo de la primavera yluego crecieron con rapidez, para reproducirse en diciembre o enero. La taxonomía de la superfamilia Bopyroidea ha sido establecida sobre la base dela forma de los adultos, sin prestar mayor atención a los estadios larvales. Sin embargo,la clasificación de los Bopyroidea está lejos de ser estable, dado que los individuosadultos muestran amplias variaciones aun dentro de una misma especie. En un esfuerzopor encontrar criterios más confiables para la clasificación de las especies del grupo, sedescriben en detalle las larvas epicarídea y criptonisquia de Leidya distorta. La larva criptonisquia de L. distorta tiene pleópodos unirramosos y urópodoscon una larga seda caudal. En la literatura se encuentran descriptas tres criptonisquiasque comparten estas características. Una es Cancricepon elegans que, al igual que L.distorta, pertenece a la subfamilia Ioninae. Otra, no identificada, fue encontrada en ladesembocadura del río Tocantins, Brasil. La tercera fue asignada a Probopyrus bithynis,aunque su identidad específica es dudosa. El género Leidya contiene 4 especies, siendo Leidya bimini de las islas Bermudas la más próxima a L. distorta. Los adultos de estas dos especies se diferencianprincipalmente por la posición, más central o lateral, de los tubérculos que conforman lacarena torácica dorsal. Las criptonisquias de L. bimini y L. distorta difieren en lalongitud de las sedas caudales, hecho que refuerza la validez de estas especies.
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