Sumario: | En la trinidad de los dioses hindúes, Siva, el destructor, está signado por una honda ambigüedad. Vida y muerte, ropajes femeninos y masculinos, luz y tinieblas, vacío y saciedad, confluyen en su mística. las composiciones líricas que conforman cantos a Siva manifiestan el carácter indefinible de esta divinidad. Esto poemas, denominados vacannas por su doble importancia, la religiosa y la literaria, muestran los aspectos de un dios misterioso, cuya figuración es imprecisa. Puerba de esa ambigüedad son los voctivos que le dan cada uno de los santos-poetas aquí reunidos: "Señor de los Ríos encontrados", "Ramanatha", "Señor blanco como el jazmín" y "Señor de las cuevas". El culto puede vislumbrarse en estos cantos, que conjugan y satisfacen el apetito estético y el teológico.
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