Sumario: | "En el coronel no tiene quien le escriba hay aura de cosas no dichas, de medias luces, silencios elocuentes y milagros secretos, en que se define siempre o que se omite y resalta lo que quiere pasar inadvertido. Un soplo de misterio atraviesa el libro, que apenas tiene cien páginas, pero esta envuelto en sombras luminosas. Pocos personajes de la novela latinoamericana seduce tanto como el viejo y maniático coronel, que terminado el libro vive largo tiempo en la memoria. Es una especie de niño prodigo envejecido, loco y cuerdo, conmovedor y humano, maravillado y tragicómico. Tiene no sólo una personalidad sino un alma. El coronel es una anécdota, pero antes todo un retrato. Nos lleva, no hacia un hecho, sino hacia un personaje, y en última instancia, una visión. Luis Harss, Los nuestros"
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