Sumario: | Las luchas reivindicativas por el reconocimiento y el respeto de los derechos en raz�on del g�enero y de la orientaci�on sexual suelen separar el sexo del g�enero. Conciben al primero como el constituyente biol�ogico de una diferencia innegable (y de cierta forma necesaria), mientras que el segundo aparece ubicado m�as en el campo de lo social, de lo cultural, de aquello que se construye de acuerdo a tradiciones centenarias, imposiciones pol�iticas y fantas�ias familiares. La divisi�on entre sexo y g�enero (inclu�ida en �este la identidad sexual) continuar�ia prolongando entonces la oposici�on entre lo natural y lo cultural. Esta dicotom�ia no ser�ia un problema si no fuese porque perpet�ua la oposici�on subyacente a ella: la de lo social como transformador (lo que anula, destruye si se quiere) de un aparente orden natural. La cultura que crear�ia alternativas, otras opciones de disfrute sexual, distintas de la tradicional necesidad reproductiva.
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