Estudio integral del cajón del Arroyo Varvarco

La localización del área de estudio -en el extremo noroeste del departamento Minas, Provincia del Neuquén -y las características geográficas del entorno establecen considerables dificultades para su acceso, especialmente desde los sectores meridiona­ les o desde las localidades cercanas: Manzano Ama...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Peressini, Andrés Arturo
Formato: Articulo article acceptedVersion
Lenguaje:Español
Publicado: Universidad Nacional del Comahue. Facultad de Humanidades. Departamento de Geografía 2004
Materias:
Acceso en línea:http://rdi.uncoma.edu.ar/handle/uncomaid/15263
http://revele.uncoma.edu.ar/index.php/geografia/article/view/2264
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Descripción
Sumario:La localización del área de estudio -en el extremo noroeste del departamento Minas, Provincia del Neuquén -y las características geográficas del entorno establecen considerables dificultades para su acceso, especialmente desde los sectores meridiona­ les o desde las localidades cercanas: Manzano Amargo, Varvarco y Barrancas. Esta situación ha generado una relación ancestral de permanencia temporal y aprovecha­ miento de los recursos naturales, por parte de los pobladores ubicados al este y sudeste del Cajón' del arroyo Varvarco2 (pertenecientes al departamento Chos Malal), los cua­les poseen pasos más accesibles para lograr el acercamiento al mismo. La actividad ganadera propia del lugar tiene una movilidad temporal a lo lar­go de las rutas pecuarias, hecho que constituye "un movimiento estacional con dos terminales, la invernada y la veranada, que brinda un carácter semi nómade a la pobla­ción dedicada a esta actividad, única forma de adaptarse al medio"'. El denominado cajón, justamente por su topografía encajonada', representa uno de los extremos de la ruta pecuaria, la veranada, donde se lleva a cabo un período de ocupación del espacio (condicionado por las características climáticas que prevalecen en el sector, durante gran parte del afio), a partir de los últimos días de diciembre y hasta el segundo tercio del mes de marzo. La supremacía del medio natural y de sus ritmos se confirma al marcar los tiempos de ingreso y egreso de los pobladores, hecho que proporciona durante un tiempo de tres meses aproximadamente, los recursos esenciales para comple­tar la producción del año ganadero durante el verano.