Estéticas de la vida cotidiana

Podemos definir lo cotidiano apelando a la noción de entorno cercano, es decir la de un ambiente "no marcado" en un sentido doble: como espacio, lo cotidiano parece referirse al fondo, al escenario estable en el que los sujetos desenvuelven sus prácticas; como tiempo, indica la regulari...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Soto, Marita
Formato: Artículo de Publicación periódica
Lenguaje:Español
Publicado: 2016
Materias:
Acceso en línea:http://repositorio.una.edu.ar/handle/56777/1012
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Descripción
Sumario:Podemos definir lo cotidiano apelando a la noción de entorno cercano, es decir la de un ambiente "no marcado" en un sentido doble: como espacio, lo cotidiano parece referirse al fondo, al escenario estable en el que los sujetos desenvuelven sus prácticas; como tiempo, indica la regularidad, el ritmo previsible, la cadencia del día a día, con su pausas y repeticiones. El carácter rutinario de la vida cotidiana, presente en las definiciones que se han dado de ella, se ha tornado de especial importancia para nuestros trabajos e investigaciones, ya que una buena parte de lo que sucede en esa cotidianeidad se origina en una fuerza orientada, en permanente tensión, a la modificación del escenario repetido de todos los días. La reiteración, la previsibilidad, y -podríamos agregar- el conjunto de pautas y regulaciones conforman un espacio de acciones y prácticas en el que parece estar garantizada su continuidad. Pero, al mismo tiempo, ese tejido, esa matriz que parece cambiar poco, que promete estabilidad, es el escenario de movimientos, conflictos, luchas, intercambios que tensionan el lugar del individuo y su relación con ese entorno.