Sólo tengo ojos para ti. Pintura y crítica en los inicios de la transición democrática española

"Sólo tengo ojos para ti" es el título de un texto escrito en 1979 por Francisco Rivas, en él se afirma la vigencia de la pintura frente al arte conceptual y se defiende una crítica que se sitúa en el territorio del eclecticismo, lejos de las posiciones estructuralistas y/o marxistas y de...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: Díaz Sánchez, Julián
Otros Autores: Moyinedo, Sergio
Formato: Artículo de Publicación periódica
Lenguaje:Español
Publicado: 2016
Materias:
Acceso en línea:http://repositorio.una.edu.ar/handle/56777/813
Aporte de:
Descripción
Sumario:"Sólo tengo ojos para ti" es el título de un texto escrito en 1979 por Francisco Rivas, en él se afirma la vigencia de la pintura frente al arte conceptual y se defiende una crítica que se sitúa en el territorio del eclecticismo, lejos de las posiciones estructuralistas y/o marxistas y de los planteamientos de Tom Wolfe en su libro La palabra pintada (1975). Un cuadro de Guillermo Pérez Villalta, Grupo de personas en un atrio o Alegoría del arte y de la vida, pintado en 1975, que Juan Antonio Aguirre juzgó como "el índice de un espíritu que marca la pauta de otra época", aparece como una defensa de la pintura narrativa. Son dos síntomas de un cambio de paradigma en la crítica de arte que se hizo visible en el debate que tuvo lugar en Santander, en julio de 1977, en el que se discutió, con cierta acritud, la viabilidad del arte político.