Sumario: | La falla ovárica prematura (FOP), caracterizada por amenorrea hipergonadotrófica antes de los 40 años, afecta al 1% de las mujeres en edad fértil. Por su parte, el síndrome de ovario resistente (SOR) es propuesto como una forma folicular de FOP, caracterizado por la presencia de numerosos folículos primordiales en los ovarios. La FOP puede ser de origen autoinmune, iatrogénico, infeccioso, genético/cromosómico o metabólico, entre otros. Cuando no es posible identificar una causa para su desarrollo, la FOP es clasificada como idiopática. Nuestro estudio consistió en abordar el análisis de posibles causas inmunológicas y moleculares de la FOP. En trabajos previos detectamos mediante Western-blot la presencia de anticuerpos dirigidos hacia un antígeno ovárico de ~50 kDa en el 19,1% de un total de 110 pacientes FOP. En esta parte del estudio, trabajamos en la purificación e identificación de esta proteína. Mediante espectrometría de masa identificamos a la enolasa-α como el antígeno específico hacia el cual estarían dirigidos estos anticuerpos anti-ovario en pacientes FOP. Estos resultados fueron confirmados mediante Western-blots en los que se utilizó a la proteína recombinante como antígeno. Concluímos que la determinación de anticuerpos anti-enolasa-α podría significar un aporte importante para el diagnóstico de FOP autoinmune, y su utilización como marcador de autoinmunidad ovárica permitiría brindar a las pacientes un tratamiento acorde a la naturaleza autoinmune del síndrome. Asimismo, realizamos un estudio retrospectivo sobre el análisis de 247 pacientes FOP que habían sido derivadas a nuestro laboratorio para la determinación de la presencia de inmunoglobulinas dirigidas hacia el R-FSH (Ig-R-FSH). Encontramos que sólo las 23 mujeres que habían sido previamente diagnosticadas como SOR presentaban estos anticuerpos. Además, confirmamos que la actividad inhibitoria de las Ig-R-FSH puede ser clasificada en dos grupos: uno con efecto inhibitorio “irreversible”, cuya Ki aparente es 2,94 x 1012 M-1, mil veces mayor que la constante de afinidad de la FSH por su receptor, y el otro con un mecanismo inhibitorio “reversible”, con una Ki aparente similar a la constante de afinidad de la FSH por su receptor. Concluímos que la determinación de estos anticuerpos sería un instrumento importante para el diagnóstico del SOR, permitiendo realizar el diagnóstico principalmente sobre la base de estudios serológicos. Con respecto a las posibles causas genéticas de la FOP, el gen del R-FSH ha sido uno de los genes candidatos más estudiados. Hasta el presente se han descripto 9 mutaciones inactivantes en este gen. En nuestro laboratorio investigamos la presencia de mutaciones en el gen del R-FSH en 20 pacientes FOP, 5 de las cuales habían sido diagnosticadas como SOR, y 44 mujeres controles. Estudiamos la secuencia codificante completa del gen del R-FSH mediante PCR-SSCP, digestión con enzimas de restricción y/o secuenciación directa. No detectamos mutaciones en los exones 1 al 10 en ninguno de los individuos analizados. Además, observamos que los polimorfismos A919G y A2039G del exón 10 se presentan en dos posibles combinaciones, avalando la existencia dos isoformas del R-FSH: Ala307-Ser680 y Thr307-Asn680. Nuestros resultados sugieren que la variante alélica 919G-2039G (OR G vs A= 1,20; IC 95%= 0.53-2.71) o el genotipo homocigota (OR GG vs AG = 1,00; IC 95%= 0.22-4.46; OR GG vs AA = 1,40; IC 95%= 0.25-7.87) no estarían asociados al riesgo de desarrollo de FOP. Además, en dos individuos controles detectamos la presencia de la sustitución C1022T, en heterocigosis. En conclusión, sugerimos que las mutaciones en el gen del R-FSH son poco frecuentes en las pacientes FOP de Argentina. La presencia de una isoforma particular del R-FSH no estaría asociada a la enfermedad. Por su parte, el gen de la inhibina α (INHα) ha sido propuesto como otro gen candidato para el desarrollo de FOP, debido al rol de las inhibinas en la regulación de la FSH. En dos trabajos previos se sugiere que el polimorfismo C129T y la sustitución G769A estarían involucrados en la etiología de la FOP. En este trabajo analizamos 52 pacientes FOP; 14 presentaban FOP asociada a enfermedad/es autoinmune/s (FOP-EA) y las 38 restantes fueron consideradas idiopáticas (FOP-I). Además, estudiamos 136 mujeres controles, separadas en dos grupos: a) menores de 40 años (C<40), y b) mayores de 40 años (C>40). No encontramos diferencias significativas en el riesgo de desarrollo de FOP para el alelo T del polimorfismo C129T, cuando comparamos FOP-I con C<40 o con C>40 (OR T vs C; I-POF vs C<40 = 1.82; IC 95% = 0.88-3.75; OR T vs C; I-POF vs C>40 = 1.07; IC 95% = 0.53-2.16). Obtuvimos resultados similares al comparar los genotipos (OR CC vs (CT+TT) ; I-POF vs C<40 = 2.15; IC 95% = 0.87-5.29; OR CC vs (CT+TT); I-POF vs C>40 = 1.05; IC 95% = 0.43-2.56). La posible implicancia del polimorfismo C129T en los niveles serológicos de inhibinas fue analizada en un grupo de 42 mujeres controles. No hallamos diferencias significativas (p>0,05) entre los grupos CC y CT+TT al comparar los valores de los péptidos de inhibina de la fase folicular media (Pro-αC e Inhibina B), o los valores de la fase lútea media (Pro-αC e Inhibina A). Con respecto a la mutación G769A, hallamos 8/135 controles y 1/52 pacientes FOP (una FOP-EA) heterocigotas para dicha sustitución. La presencia de la variante G769A en un número relevante de individuos controles se describe en este trabajo por primera vez. Nuestros resultados indicarían que las variantes C129T y G769A no estarían asociadas al desarrollo de FOP. En conclusión: i) la proteína enolasa-α sería el el antígeno específico de ~50 kDa hacia el cual estarían dirigidos los anticuerpos anti-ovario en pacientes FOP; ii) las Ig-R-FSH se encontrarían presentes exclusivamente en las pacientes con diagnóstico de SOR; iii) el gen del R-FSH y las variantes C129T y G769A del gen INHα no estarían involucrados en la etiopatología de la FOP en pacientes argentinas.
|