Sumario: | El presente estudio se enfoca en la caracterización estructural, cinemática y evolutiva de los depocentros triásico-jurásicos del sector sur de la Cuenca Neuquina con énfasis en la geometría extensional del Triásico Superior al Jurásico Inferior y, en el control que ejercieron las fallas extensionales precuyanas en los estadios de deformación compresiva subsiguiente. Para distinguir los efectos de cada una de las etapas de deformación superpuestas se analizaron los depocentros de tres localidades con historias geotectónicas diferentes. En el depocentro Chachil, ubicado en el sector externo de la faja plegada y corrida de Aluminé desarrollada durante la orogenia andina, se clasificaron a las fallas normales del Triásico Superior al Jurásico Inferior según cuatro órdenes de magnitud en base a sus dimensiones y su control sobre la subsidencia. La orientación general de este depocentro estuvo controlada por dos fallas normales principales de rumbo NNO, conformando un graben asimétrico cuyo borde más activo fue el oriental, sobre el cual se documentaron los mayores espesores del Ciclo Precuyano. Las fallas de rumbo NE a ENE que limitan al depocentro en el norte y sur, se interpretaron como zonas de transferencia, que lo segmentaron y funcionaron también como fallas normales que controlaron en menor medida los espesores del sin-rift, nucleadas a partir de fábricas discretas del basamento. Dentro del depocentro se identificaron fallas normales de segundo orden de rumbo NNO, mientras que las fallas de tercer orden poseen rumbos variables entre NO a NNO, observándose cierta bimodalidad. Las fallas directas de cuarto orden si bien presentan mayor dispersión, poseen una clara tendencia NNO. El análisis cinemático de las fallas menores de tercer y cuarto orden permitió obtener una dirección de extensión ENE (λ1 promedio= Az 065°) para la deformación interna del depocentro, con una refracción respecto a la dirección de extensión regional de rumbo ~NE y se pudo concluir que el depocentro Chachil evolucionó como un rift levemente oblicuo, debido a la reactivación de una fábrica discreta del basamento de edad carbonífera superior. La oblicuidad respecto a la dirección de extensión sería mínima e implicaría un régimen de deformación trastensivo mixto, con predominio de cizalla pura. La dirección de extensión regional obtenida por medio de indicadores cinemáticos, aproximadamente NE, es subparalela a la dirección de las fallas de transferencia tanto del depocentro Chachil, como de los depocentros del Engolfamiento de la Cuenca Neuquina. Esa dirección de extensión regional y su refracción en las fallas principales de la cuenca podrían estar reflejando las trayectorias de la dirección del esfuerzo principal mínimo σ3 que, hacia el área externa de la zona de deformación, sufriría una refracción en dirección NNE. La deformación compresiva identificada en el depocentro Chachil, con inversión parcial de las fallas de mayor orden, está asociada a los eventos contraccionales del sector externo de la faja plegada y corrida de Aluminé que tuvo lugar durante la orogenia andina. Este sector se caracteriza por la vergencia occidental de las principales fallas es y por las grandes exposiciones del basamento (40 km en dirección E-O). En este estudio se propone que un sistema de corrimientos imbricados controló el desarrollo del sector externo de la faja plegada y corrida, con un acortamiento mínimo del 13%. Este modelo implica que la inversión tectónica de fallas normales es un rasgo estructural secundario y no el mecanismo principal de construcción orogénica de la región. Las fallas extensionales precuyanas de primer orden controlaron la dirección y nucleamiento de los corrimientos, que se desarrollaron paralelos a los bordes del rift y las fallas mayores del depocentro fueron parcialmente invertidas. Las fallas de transferencia precuyanas de rumbo ENE a NE, se comportaron como rampas laterales durante la compresión con una componente de rumbo dextral, según los datos de indicadores cinemáticos relevados. Las fallas normales menores no presentan inversión. En los afloramientos del depocentro Chachil, no se encontraron evidencias de deformación que pueda asociarse al desarrollo de la Dorsal de Huincul. Mediante la aplicación de la técnica de datación de “Trazas de Fisión en Apatitas” sobre una muestra del Complejo Plutónico del Chachil (Ch-166) (305 ± 2.9Ma, U-Pb en circones LAM-MC-ICP-MS, este estudio), se obtuvo una edad central de enfriamiento de 66,78 ± 3,64 Ma, que en concordancia con otros datos de la zona estaría marcando el pulso final de la primera fase de deformación de la faja plegada y corrida, en el límite Cretácico Tardío/Paleoceno. El modelado termo-numérico de la muestra Ch-166 permitió concluir que, de haber habido deformación jurásica, la misma no debería haber sido de gran magnitud, y la subsidencia debió ser mayor al levantamiento. En el sector occidental de la Dorsal de Huincul, las fallas directas del Triásico Superior -Jurásico Inferior presentan rumbo NE a NNE. Estas fallas controlaron la depositación del Ciclo Precuyano en hemigrábenes de medianas a grandes dimensiones, como el de China Muerta, que alcanza los 30 kilómetros de extensión y su falla maestra posee polaridad sureste. La orientación NE a NNE de las fallas normales en este sector se explica por la reactivación de una fábrica de basamento dominante de ese rumbo, presente en el Macizo Norpatagónico. La deformación compresiva del Jurásico Inferior-Medio al Cretácico Inferior, característica de la Dorsal de Huincul, en este sector está representada por fallas inversas de nueva generación de rumbo NNE a ENE que fueron relacionadas a las fallas inversas desarrolladas en el subsuelo de la Dorsal de Huincul, ubicadas un poco más al norte y originadas muy probablemente por la reactivación de fábricas discretas del basamento de dirección NE. Las fallas normales del Triásico Superior al Jurásico Inferior de rumbo NE, corresponden a estructuras de menor escala que acomodaron el acortamiento mediante inversión oblicua, sin observarse estructuras con componentes de rumbo evidentes. La integración con datos de superficie regionales permitió reconocer que las estructuras principales del sector corresponden a dos frentes de levantamiento de rumbo E-O a ENE y vergencia al sur. El rechazo inverso aumenta hacia el sur, en donde se exponen las unidades de basamento más antiguas, por lo que se infirió una progresión de la deformación hacia el norte. La interpretación de estructuras de crecimiento en el subsuelo y la presencia de estratos de crecimiento en afloramientos permitieron acotar la edad de deformación entre el Toarciano y el Valanginiano. La deformación observada se puede explicar con un vector de contracción de dirección NNO-SSE. La deformación compresiva andina en este sector, superpuesta a la deformación descripta se vinculó al desarrollo de la faja plegada y corrida de Aluminé que ocasionó el levantamiento de la sierra de Chacaico y la inversión de la pendiente de la cuenca. La datación de una muestra del Complejo Plutónico del Chachil en la Sierra de Chacaico (Chaca-322), mediante la técnica de “Trazas de Fisión en Apatitas”, arrojó una edad central de enfriamiento de 98,5 Ma ±11,8 indicativa de que a esta edad ya se habría iniciado el levantamiento en este sector. En el extremo sudeste de la cuenca, en el ámbito de la Plataforma y extremo oriental de la Dorsal de Huincul, las fallas normales del Triásico Superior al Jurásico Inferior poseen rumbos principales NO a ONO y están asociadas a los hemigrábenes más profundos y de mayor extensión areal. Las fallas de dirección NE a ENE se vinculan a pequeños depocentros y fueron interpretadas como zonas de transferencia controladas por la reactivación de las fábricas del basamento. La dirección de fallas normales principales interpretadas con rumbos NO a ONO, se pueden explicar con los modelos de rift oblicuos bajo un campo de extensión regional NNE. La deformación compresiva del Jurásico al Cretácico Inferior en este sector, está caracterizada por fallas inversas de nueva generación de rumbo aproximado E-O y vergencia al sur, ubicadas en el sector sur, que generan el mayor rechazo estructural del área. Las fallas normales del Triásico Superior al Jurásico Inferior NO a ONO y las zonas de transferencias de rumbos ENE, NE, presentan distintos grados de inversión, observándose que el grado de inversión es menor hacia el norte, por lo que se infiere una progresión de la deformación en esa dirección. No se observaron estructuras que puedan ser explicadas por una componente de rumbo evidente asociada a la inversión. La edad de la deformación observada, pudo acotarse entre el Jurásico Temprano al Cretácico Temprano en base a las geometrías de crecimiento interpretadas. Más al sur, la falla Río Negro, registra pulsos de actividad hasta el Cretácico Inferior tardío. En base a la dirección de las fallas inversas principales de rumbo aproximado E-O a ONO y a la inversión de fallas directas y transferencias con rumbos NO, ONO y ENE y NE, sin evidencias apreciables de deformación asociada a una componente de rumbo importante, se estimó una dirección del vector de contracción N-S. A partir de un modelo de indentación de un bloque rígido asimétrico que converge hacia el NNO, la deformación de la Dorsal de Huincul se podría explicar con un esfuerzo máximo horizontal σ1 de carácter regional de dirección NNO que produce el empuje del Macizo Norpatagónico durante el Jurásico, en un sector de la corteza atenuada y mecánicamente más susceptible a la deformación, ubicado al norte. En este contexto las fallas precuyanas se habrían invertido de manera oblicua según la dirección del esfuerzo máximo planteado. La deformación de la Dorsal de Huincul se puede explicar con un esfuerzo máximo σ1 en la horizontal de dirección NNO relacionado a un desplazamiento hacia el sur de la placa Sudamericana y las fuerzas de ridge push generadas por la apertura del Mar de Weddell durante el Jurásico. A partir del Jurásico Tardío al Cretácico, un esfuerzo principal medio σ2 de rumbo NO, puede explicar la disminución progresiva de la deformación compresiva y la deformación con componente de rumbo dextral identificada por otros autores.
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