Sumario: | La racionalidad científica y el saber fragmentado han provocado serias consecuencias sobre los modelos académicos, los estudiantes y los docentes, y finalmente también sobre las comunidades, la naturaleza y el planeta. Sin embargo, la experiencia humana despliega otras formas de saber, como las emociones, la fe y la intuición, que han sido olvidadas o malentendidas por el pensamiento lógico. En este sentido, la experiencia espiritual no-dual, entendida como un suelo silencioso que no es “una parte del todo”, podría constituir una clave hacia un saber no fragmentado, capaz de integrar sentido y promover niveles más profundos de experiencia. Asimismo, esta experiencia espiritual no-dual podría ofrecer una vía para revisar críticamente los modelos académicos vigentes.
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